Imagina que pudieras reunir la energía de cada estrella en un radio de unos cientos de millones de años luz.
Imagina, que pudieras juntar la energía de estas miles de millones de estrellas de todas las galaxias del universo. Coger toda esa energía, y cargarla en un cañón lista para ser disparada.
Con este poder, podrías arrasar lo que quisieras, ¿verdad?
Pues resulta que, no es necesario que lo imagines. Este poder existe, y está en el universo. Son los conocidos como estallidos de rayos gamma.
Pero, ¿qué son estos asesinos cósmicos?
Y lo que es más importante, ¿qué pasaría si uno de esos disparos llegase a la Tierra?
Tabla de Contenidos
¿Qué son los rayos gamma?
Para entender los estallidos de rayos gamma, primero tenemos que saber qué son los rayos gamma.
Los rayos gamma son radiaciones electromagnéticas, es decir, ondas que transportan energía, como lo es la luz visible. La luz visible es una pequeña parte del espectro electromagnético: es la parte que tus ojos pueden ver.
Regiones del espectro electromagnético
En el espectro electromagnético hay energías más bajas, dónde podemos ubicar a las ondas de radio, microondas e infrarrojos.
Y energías más altas como la ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma.
Los rayos gamma son ondas más cortas que los rayos X, lo que significa que tienen mayor capacidad para penetrar la materia. Sin embargo, no pueden traspasar una pared ancha de hormigón, o plomo.
Características de los rayos gamma
- Una explosión de rayos gamma puede liberar en un segundo más energía de la que nuestro Sol ha liberado y liberará a lo largo de toda su existencia.
- Los rayos gamma son increíblemente poderosos.
- Un solo fotón de rayos gamma, es más energético que un millón de fotones visibles juntos.
- Su alta energía hace de los rayos gamma una forma de radiación ionizante. Lo que significa que tienen suficiente energía para romper enlaces atómicos.
Efectos de la radiación gamma en el ser humano
Los seres humanos estamos formados por enlaces atómicos, que exista una fuerza capaz de romperlos, no es ninguna buena noticia para nosotros.
Y es que como hemos visto antes, la energía de los rayos gamma es capaz de romper los enlaces entre átomos por los que estamos formados y sobre los que se fundamenta nuestra existencia.
La radiación ionizante arrasa la minuciosa maquinaria bioquímica que nos mantiene vivos, es como disparar una bala de cañón a un espejo de cristal.
¿Cómo se producen los rayos gamma?
Estas explosiones van de la mano de algunas de las muertes más violentas y energéticas del universo, y también del nacimiento de agujeros negros.
Hay estallidos de rayos gamma que pueden llegar a durar hasta un minuto y nuestros científicos creen que son provocados por supernovas. Cuando el núcleo de una estrella masiva colapsa para convertirse en un agujero negro.
Los estallidos de rayos gamma de más corta duración, se producen cuando dos estrellas de neutrones en binario se unen, y tienen una duración de no más de un segundo.
Tanto en supernovas como en fusiones de estrellas de neutrones, se crean agujeros negros rodeados por un disco magnetizado de gases sobrantes de las estrellas. En estas situaciones, la rotación que se produce hace que incremente el campo magnético y se genere un embudo de chorros calientes de partículas que viajan muy próximas a la velocidad de la luz.
El gas que se cuela por este embudo crea dos chorros estrechos y concentrados que pueden verse desde muy muy lejos y que actúan como un gran disparador de energía celestial.
Nuestro universo está repleto de estos cañones que lanzan sus rayos cósmicos en cualquier dirección que el azar les indique. Rayos que nos impactan continuamente pero que proceden de distancias demasiado alejadas como para hacernos daño. Rayos que van chocando contra nuestra atmósfera tras recorrer miles de millones de kilómetros desde galaxias lejanas.
La atmósfera y los rayos gamma
Pero por suerte, vivimos en un planeta que está cubierto por la capa de ozono, que bloquea los rayos gamma. La capa de ozono filtra estos rayos malignos y evita que nos puedan hacer daño.
Pero aquí hay algo que no encaja. Si la atmósfera bloquea los rayos gamma… ¿Cómo es que hemos podido descubrirlos desde la Tierra?
Cómo se descubrieron los rayos gamma
Pues este, como muchos otros descubrimientos científicos, se lo debemos a la guerra.
Sucedió durante la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética (Rusia en nuestros días). El ejército americano envió unos satélites espía que tenían la capacidad de detectar los rayos gamma de las pruebas nucleares soviéticas desde el espacio.
Durante la observación, no descubrieron ninguna anomalía y no detectaron ninguna bomba. Pero de lo que sí se percataron, fue de unas tenues y cortas explosiones que procedían del espacio. Habían detectado los primero brotes de rayos gamma.
Hasta ese momento los astrónomos utilizaban sus telescopios para ver los diferentes tipos de luz en el espacio, pero estos satélites los llevaron a una nueva dimensión.
Costó trabajo, y llevó un largo período de tiempo, pero finalmente, resolvimos el misterio y detectamos de donde procedían esas explosiones de rayos gamma: Una galaxia a 6 mil millones de años luz de distancia.
